Durazno se quedó con la primera final del sur al derrotar en el O. Landoni a Canelones por 3 a 1 en la noche del domingo.
Cuando el juez central del partido, Néstor Izquierdo, da el pitazo final la alegría desbordaba en el público local por haberse adjudicado la victoria que los deposita al encuentro revancha sabiendo que de caer en el Monegal definirán por penales. Si empata o gana será campeón.
Todo estaba en calma, la hinchada local ya se había retirado, el ómnibus que transportó a la delegación de Canelones pronta para emprender el retorno, pero solo faltaba que los jugadores se retiren de sus respectivos camarines.
Una discusión dentro del campo de juego protagonizaron un jugador de cada selección sin pasar a mayores. Cuando estos se retiraban del estadio, comienzan a increparse de igual manera y a priori parecía que quedaba ahí hasta que se involucró de manera muy equivocada la policía.
No preguntaron en ningún momento qué estaba pasando, ni por qué era el problema, comenzaron castigar solamente a la gente canaria con palos sobre los cuerpos del cuerpo técnico, jugadores, dirigentes y de allegados allí presentes.
Para peor, estando en ese momento gente joven, niños y madres, comenzaron a largar gases lacrimógenos que hasta los periodistas comenzamos a sufrir los síntomas que proporciona dicha reacción. Desaforada realmente la guardia policial, que detuvo y trasladó por un momento a Rodrigo Irazoqui, Paolo Parolín, Joaquín Irazoqui y Emiliano Núñez a la seccional más cercana. Una vez más la liga de Durazno queda en ridiculo por la ya conocida historia que tuvo ante Paso de los Toros.
Es más, todo esto pasó luego de un encuentro que no debió haberse disputado….
Martín Abreu