«En mis primeras salidas realizaba 15 o 20 kilómetros. Poco a poco le fui sumando mayores distancias hasta llegar a 170 km»… El principio y el presente de Analía Romay, la santalucense que incursionó en el ciclismo por una invitación recreativa y encontró en este deporte una pasión desconocida en su vida.
Su primer ciclo como deportista se dio en su adolescencia y fue dentro del agua… «De mis 11 a los 13 años practiqué canotaje aquí en mi ciudad»… Un «paseo» en bici, sin imaginarlo, la volvió a involucrar en el plano deportivo «Empecé a salir hace cuatro años por intermedio de un amigo. Se daba cada tanto, siempre en forma de recreación, pero me fui copando y cuando quise acordar estaba compitiendo».
Pasaron 15 años para volver a encontrar y centrarse en la práctica de un deporte… «Fue algo que se dio y me copó. Cuando entras en esto no salís más, literal. El deporte es precioso, divino, la forma en la que se siente uno. Me sedujo el conocer lugares constantemente, tanto en zonas cercanas como en otros departamentos que hemos visitado, como Minas. Si no es en bicicleta no los conocería. También el continuo conocimiento de personas».
Analía, pasó de un momento recreativo en bici a la pista. Supo defender la malla de Universal de San José, junto a su gran compañera de ruta, Flor Pandolfi, y actualmente corre de forma independiente. Recordó la primera competencia oficial en el ciclismo... «Me invitaron a una carrera y realmente no me sentía preparada para nada, en sí no sabía lo que era competir. Desde ahí le fui agarrando el gusto, fui aprendiendo y me encantó»…. Por ahora su andar se ha dado en MTB «Me gusta esa diversión de meterme en el barro, en el trillo o entre las sierras» Aunque piensa a corto plazo involucrarse en una nueva rama...
«Por ahora no practico ruta porque no tengo bicicleta. Pienso adquirir una en un futuro muy cercano para empezar y probar cómo se siente correr. «… Romay, se refirió a las obligaciones y exigencias que se debe tener en un deporte individual. Ella, además, involucra su profesión como una herramienta fundamental «Tenés que estar bien entrenado y la alimentación es esencial. Yo soy nutricionista deportiva y sin dudas que es una ventaja para mí. Por otra parte, hace dos años que entreno con Agustín Margalef y realmente he notado grandes cambios».
Ampliando en sus transformaciones como deportista y mejoras concretadas en sus distancias recorridas, contó «En un principio hacía 15 o 20 kilómetros. Lo máximo fueron 170 junto a Florencia Pandolfi. Salimos desde Santa Lucía hasta Las Toscas, ida y vuelta . Nos estamos copando mucho yendo a otros departamentos y tenemos pensado ir hasta Rocha. Veremos hasta dónde llegamos. Poco a poco vamos sumando lugares«.
Analía, se mostró conforme y destacó su presente en cuanto al trabajo y entrenamientos... «Con los parates sufridos por la pandemia se complica entrenar y continuar una rutina. No hay competencia desde hace más de un año, es muy difícil meterse de lleno. Falta motivación, pero yo no he parado de entrenar. Por suerte no tuve esa recaída anímica y logré mantenerme al firme»…. Además, con objetivos claros y planteados para cuando todo vuelva a la normalidad:
«En sí siempre busco estar mejor arriba de la bici. Después, participar de una carrera a realizarse en Atacama, Chile, que se desarrollaría en octubre. Mi meta es correrla, disfrutarla y poder terminarla». Los deportistas individuales siempre se toman el tiempo para agradecer por la difusión, merecida y necesaria, al igual que resaltan a quienes motivan y acompañan su camino «Agradecerle a mi familia y amigos por siempre apoyarme».
Analía Romay y una experiencia deportiva llena de sueños sobre ruedas….