Ayer miércoles por la noche, en el programa televisivo ´Punto de Partida´ que se emite por Directv Sports, estuvo como invitado Diego Lugano. El defensor canario revivió toda su trayectoria como futbolista, sus años dorados en la selección, los clubes que defendió, vivencias, logros y obviamente que sus comienzos en los equipos del pueblo.
Centrándonos en esto último, por lo más importante de la entrevista con el ex futbolista relacionado a Canelones. En primer lugar, la «Tota» confesó cuál fue su primer mojón y sueño en el fútbol…«En mi adolescencia pasé al club de mis amores, que era Libertad, del barrio La Estación, donde mi padre jugó 20 años. Hasta hoy él es la verdadera «Tota». Yo de niños iba todos los domingos. En ese tiempo mi único anhelo era jugar en el rojo, no visualizaba más nada. Mi sueño era jugar ahí, ser campeón y darle una alegría al barrio. Eso para mi ya era haber llegado».
Lugano, recordó la cómica jornada de su debut en primera. Por delante tenía a un rival muy popular que le generó algo que nunca más volvió a vivir en su carrera… «Fue la vez que estuve más nervioso jugando al fútbol. Jugábamos contra Cerrillos y en ese entonces estaba volviendo el «Toro» Wilmar Cabrera. Se estaba retirando y fue al club para generar fondos para distintas obras. Yo era volante, tenía fuerza y me pusieron de zaguero para marcarlo. Comí pastas al mediodía y al rato las vomité. Tenía un cagazo azul». Dijo entre risas.
Entre tantos recuerdos y anécdotas, Diego revivió una jugada determinante para el título en categoría sub 17. La influencia del público para la coronación de la temporada... «Libertad tenía y tiene hinchada que va a los juveniles. El Parque Batlle tiene la característica de que cuando no llueve es dura como el cemento del Centenario y cuando llueve es un barrial. Era nuestro fuerte. Ese día llovía a mares, era todo barro, no se veían las camisetas ni las líneas. Nosotros teníamos que ganar para ser campeones. El juego se puso pesado y no encontrábamos el gol. En una jugada tomo la pelota y comienzo a trasladarme a los pechazos, la hinchada me gritaba que siga avanzando. En una me dicen que me tire y me tiré de cabeza. Como te decía, no se veían las líneas. El juez cobró penal. Agarré la pelota y gol. El fútbol del interior es lo más grande que hay».
Por otra parte, el histórico capitán de la celeste revivió sus primeros movimientos fuera de la cancha con el fin de generarle ingresos económicos a Tres Esquinas y Libertad, sus clubes formadores, a raíz de sus transferencias. Fue el primer caso en el fútbol del interior… «Para la época fue algo similar a lo que estamos haciendo hoy con el tema de la imagen y las cláusulas para que se comercie mejor los derechos la AUF. El fútbol amateur y baby fútbol no tenían acceso a AUF. Había una ley de FIFA respecto a la formación que indicaba que los clubes formadores tienen derechos en las transferencias de los futbolistas. Ese dinero nunca llegaba porque el trámite no existía, no se desarrollaba en Uruguay. Yo tenía inquietudes de hacer las cosas bien y justa. Yo tuve mi carrera porque esta gente me dio todo y había una ley».Hoy, un sector del Parque Batlle lleva su nombre.
En el último tramo de la entrevista, dedicado a su Canelones, Lugano contó cómo surgió la idea de techar y modernizar a la piscina de la Plaza de Deportes… «Siempre quise aprovechar mi auge en el fútbol para dejarle algo a mi ciudad y a mi gente. Esta idea surgió en 2011 cuando empezamos con el tema de imagen de la selección y a discutir esos asuntos. Yo quería encontrar la manera de colaborar con Canelones, algo físico y que quede. Nada mejor que una piscina cerrada y climatizada, que en aquel momento no habían por el interior. Hoy me doy cuenta la importancia que tiene para los niños, pero también para la gente adulta mayor»
Una parte muy pequeña de la cantidad de anécdotas que seguramente la «Tota» tenga en sus inicios deportivos en Canelones y su gran entrega, de distintas maneras, para con el pueblo.