Canelones derrotó 1-0 a Tacuarembó este domingo por la noche en el Estadio Martínez Monegal por la gran final de la Copa Nacional de Selecciones.
La «Azulgrana» se coronó campeón del interior luego de 47 años de sequía en la categoría. No es el momento ni la nota para hablar del gran certamen disputado por los jugadores, de la entrega constante del cuerpo técnico y del gran laburo invisible que desarrollaron los neutrales de la Liga Departamental para la coronación.
Ya habrá tiempo en la semana para desmenuzar el camino a la consagración de Canelones. Podemos hablar de unión, de compromiso, trabajo y sacrificio. Sin duda que dentro del campo de juego se vieron muy buenos cotejos, una identidad plasmada por la dupla técnica y mucha rebeldía para llegar a ser hoy el rey del Uruguay.
Noche fría, bien otoñal en la capital departamental que se aprontaba para vivir una noche de fiesta. Realmente se vio al Estadio Martínez Monegal colmado, como hacía muchos años no se lograba ver. Sotelo, el juez central del cotejo, fue quien ponía en acción al espectáculo con el pitazo inicial.
Un primer tiempo que a grandes rasgos dominó Tacuarembó, pero quien estuvo con la puntería fina fue Canelones. Rápidamente se inclinó al ataque la visita, haciendo trabajar a Rodrigo Olivera en el inicio del juego luego de un remate de pelota quieta por parte de Pintado. La dupla técnica canaria apostó a un nuevo sistema táctico, sin Pailós y con Irazoqui solo en el ataque.
La «Azulgrana» respondió y avisó que estaba en el campo de juego. Un gran desborde de Jonathan Gallardo por la banda derecha culminó en la cabeza de Joaquín quien no pudo encontrar la postura correcta y terminó siendo pelota fácil para Vaz. La visita volvió a inquietar nuevamente con un remate de media distancia por parte de Franchi, pero nuevamente Olivera se quedó con el balón.
Por la misma vía quiso poner la apertura Diego Torres, pero la emoción se hacía desear. Igualmente llegó, es que Matías Trasantes se la jugó al ataque, encontró la pelota en el área y mandó la pelota al fondo de la red para el delirio de la parcialidad canaria. Fue un sacudón, era prácticamente comenzar a sellar el título. Con esa ventaja se terminó la primera parte.
Segundo tiempo vibrante que comenzó con dos expulsados tras un altercado entre los jugadores. Trasantes vio la roja por el local, mientras que Siqueira por la visita. La visita comenzaba a ver el título se le empezaba a escapar y las pulsaciones crecían dentro y fuera de la cancha. Los dirigidos por Parolín e Irazoqui metidos en el tema pudieron ampliar el marcador por parte de Gallardo quien sacó un remate desviado de la valla custodiada por Vaz.
No daba indicios Tacuarembó sobre una posible reacción, pero si Canelones daba a entender que el segundo estaba al caer con los contragolpes en velocidad tanto por el lado de Diego Torres como por el de Jonathan Gallardo. No fue la noche de Irazoqui, entró Guerra en su lugar para los últimos 20 minutos de juego. La «Azulgrana» dominaba en todos los aspectos, más aún tras la expulsión de un nuevo jugador «Tacuaremboense».
El «Mago» Torres pudo decorar el resultado, pero su remate se fue lejos y afuera. Comenzaba a aproximarse el final, la alegría empezaba a desbordar a todos los canarios allí presentes, es que el objetivo final se estaba cumpliendo. Las emociones, las lagrimas y el grito de Canelones campeón llegó cuando Sotelo marcó el final del encuentro.
Es hora de festejar, de disfrutar y de saber que la «Azulgrana» es el rey del interior…
Escenario: Estadio Martínez Monegal
Árbitros: Carlos Sotelo, Silvio Rissotto, Ruben Burroso y José Bonilla
Canelones: Olivera; Trasantes, Bentancor, Vidal, Quatrini; Butti (Cáceres), Banuchi, Torres, Ferrero (Perdomo), Gallardo; Irazoqui
Tacuarembó: Vaz; Bentos, Cuello, Pereira, Estevez (Ramos); Almeida, Pintado, De Los Santos, Franchi (García); Colman (Sánchez) y Siqueira
Gol: Matías Trasantes 30´ (C)
Expulsados: Matías Trasantes (C), Octavio Siqueira (T) y Julio Almeida (T)
Martín Abreu